Bandas de matones

El otro día me puse a jugar al Final Fight, el mítico juego de Capcom.

Aún recuerdo aquel verano en que salió la máquina del Final Fight. Tuve el privilegio de tenerla cerca, en el bar de la esquina y todos los días después de comer teníamos mi hermano y yo preparados cinco duros para jugar nuestra partida de sobremesa, después íbamos a la playa y si se terciaba echábamos otra partidilla en algún tiempo muerto del día. El caso es que esa máquina me encantaba y me sigue gustando y me viene a la cabeza como incluso algunas noches hablaba con mi hermano sobre estrategias para acabar con los malos.

Para los que no sepan el juego va de que la hija del alcalde ha sido raptada por los malos del barrio, es ahí cuando el indignado alcalde (Haggar) decide salir a rescatarla machacando a hostias a todo maleante que se le cruce. En su difícil cruzada cuenta con el apoyo de dos amigos; Cody y Guy, que salen en su ayuda para ver quien de los dos se termina crujiendo a la hija del alcalde.

Y ya está, eso es todo. En cada una de las seis pantallas tienes que acabar con los tipos de peor linaje, crestas de punkis, cadenas, puños americanos, bandanas, pintadas en las paredes, chupas de cuero, navajas… vamos, todos los estereotipos de macarras ochentenos.

De repente uno de los delincuentes me llamó la atención: ‘Two P.’ Entre sus pintas de barriobajero tenía un dibujo en la chaqueta con un símbolo parecido al de ETA.

Os lo amplio arriba a la derecha.

Y todo aquello me hizo pensar que ya no se hacen juegos ni películas de macarras de barrio. Atrás quedaron los héroes de ciudad que un día se levantaban indignados y se dedicaban a imponer la justicia por su mano, y en este caso nunca mejor dicho.

¿Dónde están esas bandas de matones que tenían acojonada a la policia? ¿Dónde se han escondido los buenos ciudadanos que las despachaban en una noche?

Producciones como Cobra, 1997 rescate en Nueva York, el último boy scout, punkis como los de Terminator 2, machacas a los que el Punisher mata cada noche que sale a patrullar con su furgoneta, o ya que hablamos de justicieros y furgonetas ¿Dónde está el equipo A?, enemigos clásicos como los que destroza Charles Bronson en ‘Yo soy la justicia’… ¿Quién les sustituye?¿Jason Bourne? No, Jason Bourne es diferente. Es un buen tipo, pero juega en otra liga.

Necesitamos una persona que la entre un ataque de ira y vaya destrozando a todo aquel que se le cruce en medio, como Michael Douglas en ‘Un día de furia’

Eh! Puto blanco estas sentado en mi puto sitio’‘Pues en tu puto sitio no pone tu puto nombre’

Y si hablamos de juegos también nos cuesta encontrar máquinas de las de antes, de las de uno contra todos. Argumentos alocados y sin sentido que proporcionan horas de diversión. No me puedo creer que este tipo de arcades se hayan ido a pique, antes había infinidad de ellos, y todos tenían el mismo molde pero poco a poco han ido desapareciendo. Buenos ejemplos de todo ello son el Streets of Rage, Rival turf, Vendetta, Double dragon, Street Gangs, Golden Axe, Knights of the round, Capitan Commando, Cadillacs & Dinosaurs, Vigilante, Shadow Warriors…

En fin, hoy día también hay gente con cadenas y chupas de cuero que escuchan hevy metal o muchachos con rimmel en los ojos, calaveras en las camisetas y un skate park como escenario pero estos últimos son unas nenazas lloronas y los primeros suelen ser unos nerds de tomo y lomo, y ambas tribus urbanas dicen que ‘La vida es una mierda’, pero yo no voy a decir eso porque soy una persona positiva, yo parafrasearé a uno de los grandes como es Rocky Balboa y diré que ‘Nada golpea más duro que la vida’.

Toallitas Kandoo

El otro día viendo la tele mi hermano me dijo esto:
Fíjate en la ranita...
¿Hasta dónde se mete la toalla?



Siempre con Kandoo... Qué fácil es....