Bill Paxton....duro de matar?

Bill Paxton es uno de esos típicos actores secundarios a los que hemos visto pululando en muchas películas pero de los que nunca recordamos su nombre, como Michael Dudikoff, Danny Trejo, Al Leong o Carles Busquets. Pues bien, este hombre –que debutó en la gran pantalla con una fugaz aparición en “El pelotón chiflado”- tiene el dudoso mérito de ser el único mortal que ha sufrido en sus carnes las hostias de Terminators, Aliens y Depredadores. Todo empezó en esa lejana y convulsa década conocida como los años 80, con la película “Termineitor”, en la que Arnie aún hacía de malo maloso. Pues nada, como todos sabemos, Schwarzenegger llega del futuro en pelota picada por necesidades del guión, y su primera directriz es encontrar algún tolai al que birlarle sus vestimentas. Tras visualizar a un grupo de punkies que se encuentran practicando la cultura del botellón pacíficamente, les conmina afablemente a que le den su ropa (pero no sus botas y su motocicleta), sin embargo los punkies, liderados por Bill Paxton, no tienen mejor idea que buscarle la boca al maromo. El desenlace es previsible: el bueno de Bill –cresta estratosférica incluida- se convierte en objetivo central de las tollinas de Chuache. Por lo tanto, en el primer asalto, tenemos al Terminator como vencedor unánime y a Bill Paxton hostiado en medio del parque, y todavía no habían pasado ni diez minutos de película. Nadie imaginaba que acababa de nacer una estrella...

Obviamente Bill Paxton no quedó satisfecho con ese indecoroso papel marginal y llamó a su amigo James Cameron para que le colocara en la segunda parte de Alien que él iba a dirigir. De esta manera se convierte en el cachondo soldado Hudson. Es el típico tío bocazas que anda vacilando al personal pero que tiene esa extraña habilidad para despertar una sonrisa de simpatía en el espectador. Desde el primer momento en que aparece en pantalla sabemos que va a morir, pero aún así llegado el momento no podemos evitar soltar una lagrimilla de pena. Siempre recordaremos al soldado Hudson como el tipo juicioso y cabal que siempre tenía una palabra de aliento y sensatez cuando el ánimo colectivo empezaba a flaquear. Estas son sólo algunas de las perlas con las que nos deleita en la película:

_“Soy el supremo culo inquieto, pero no vais a joderme” (presentándose a sus compañeros)

_“Acaban de echarnos de ahí a patadas” (después de que su sargento y cuatro de sus compañeros mueran sangrientamente en una emboscada de los aliens)

_“Estamos totalmente cubiertos de mierda” (al ver como la nave espacial en la que pensaban huir salta en mil pedazos)

_“Es muy asquerosa, y así de gorda” (exponiendo su experta opinión científica sobre la composición física del alienígena xenoforme)

_“Iba a licenciarme en cuatro semanas y ahora voy a dejarme la piel en esta roca. No es justo” (al darse cuenta de que están jodidos)

_“Estamos jodidos” (al darse cuenta de que están realmente jodidos)

_“A lo mejor los hemos desmoralizado” (después de gastar toda la munición contra los aliens, sin que éstos sufran ni un pequeño rasguño)

_“¿Quieres tú también un poco de esto? Ven que te voy a dar” (segundos antes de morir a manos del alien)

Por lo tanto, en el segundo asalto Bill Paxton vuelve a ser vilipendiado ésta vez a manos de un alien, aunque de manera menos vergonzante. Punto y minipunto para Billy.

Como tío exigente que es, Bill se quedó con el resquemor de no ser capaz de darles una paliza a esos putos bichos espaciales, y por supuesto acudió de nuevo a pedirle sopitas a James Cameron. Éste estaba a punto de empezar el rodaje de “Terminator 2: Judgment Day”, y Bill intentó obtener el papel de Sarah Connor, ya que al ser una mujer tendría muchas más opciones de salvar el culo y permanecer vivo hasta los créditos finales. Tras muchas deliberaciones, Cameron consideró que el público no entendería ese cambio y tuvo que declinar la petición de ayuda de Bill.

Así nos encontramos a Bill Paxton ante la horrible tesitura de verse prácticamente en la cola del paro, tan desmoralizado se hallaba que incluso le pasó por la cabeza la idea de aceptar una oferta para sustituir a Francis Lorenzo en “Médico de familia”.

Pero como Dios aprieta pero no ahoga, un día llegó la llamada de la Fox para que participara en la segunda parte de la excelsa y cojonuda película “Depredador”. Paxton no se lo pensó dos veces y empezó a prepararse para el papel, convencido esta vez de que el cazador alienígena sería pronto otra muesca más en su fúsil.

En “Predator 2” tenemos a Bill Paxton interpretando a Bill Paxton.....perdón, interpretando a un detective de policía del Departamento de Los Ángeles, con más pinta de chuloputas que de agente de la ley. En una escena, Bill persigue al depredador dentro de un vagón de metro por no cederle su asiento a una viejecita, pero estaba escrito en el cielo que esa lucha solo podía tener un ganador, y que ése no podía ser nuestro querido Billy. Último asalto: Paxton le pone mucho espíritu y coraje, pero aún así el depredador se lo zumba fácilmente. Y el ganador a los puntos es.....Apolo Creed.

Y ésta es en líneas generales la historia, vida y milagros de Bill Paxton, un hombre que un día decidió cumplir sus sueños, salir al mundo y gritar a los cuatro vientos: ¡vamos, a que no hay huevos a pelearse conmigo?!.

Clasicazo: Smash TV

Corría el año 1987 cuando Hollywood lanzó al mercado un producto serie B total; ‘Perseguido’ (The running man).

La peli trataba de un programa de televisión en el que obligaban a participar a presos en una especie de cacería. Tenían que huir del lugar (una especie de escenario en ruinas) y si lograban salir con vida quedaban libres y tenían un viaje al caribe como recompensa.

Los cazadores eran Buzzsaw, Fireball, Capitán Libertad, Dinamo y Sub-Zero y la verdad es que molaba ver sus trajes y sus técnicas de caza. Pero sin duda lo que más molaba era ver al Suarse vestido de concursante con un ridículo traje amarillo diciéndole al presentador ‘volveré’ antes de empezar a jugar.

Este filme sirvió como inspiración en las oficinas de Acclaim y tres años después lanzaron un juego llamado Smash TV.

El argumento era parecido, estaba situado en un futuro próximo (1999) y con un programa de televisión como protagonista.

Aquí nuestros participantes tenían que matar y sobrevivir y cuanto más matas más dinero te llevas y cuanto más dinero más premios.

Lo curioso era lo absurdo del juego, según ese juego mucha gente se ofrecía a trabajar como ‘extra’ en el programa y lo único que tenían que hacer era salir al escenario con un bate de béisbol e intentar matar a un tipo con pistola. Según el juego te enfrentabas a humanos, humanoides y zombis. Muchos de los extras era exconcursantes reanimados, y es que como todos bien sabréis en 1999 se inventó la resurrección.

Tampoco tenían mucho sentido los premios. Ganabas dinero, mucho dinero pero cuando acababas el nivel te lo canjeaban por premios. Recuerdo que entre otros premios te daban coches y atención: TOSTADORAS.

Así que los participantes podían terminar jugándose la vida por 47 coches y 13538 tostadoras.

Poco más puedo decir de este juego, la música era ratonera pero a la vez entrañable y la mecánica del juego era sencilla y divertida con lo cual cumplía de sobra.

Malas ideas

Hay veces en la vida que nos encontramos con productos, ideas o situaciones en las que no estamos del todo convencidos, sentimos que se han dado un cúmulo de casualidades y que por alguna extraña razón algo que te venden como la panacea no te termina de convencer o alguna idea que se le ocurre a algún colega y no deja de ser una puta mierda, sin embargo te insisten hasta que la llevas a cabo.

Sobre el mundo de las malas ideas os quería hablar hoy.

Muchos niños revoltosos al ser regañados por sus padres se les dice que no tienen idea sana, ¿Son acaso subnormales o son cabroncetes?

Dudo mucho que exista una delgada linea que separe ambos términos porque es difícil pasar de subnormal a cabroncete sin darse cuenta.

Me gustaría saber de donde viene la expresión tener ideas de bombero, supongo que adentrarse en un edificio en llamas para salvar a la gente requiere de un punto de locura pero no me parece una ‘mala idea’, para malas ideas las que tienen los productores de Antena 3 que no terminan de hacer algún buen reality ni de casualidad.

El verdadero premio no se lo tendrían que dar a los concursantes, sino a la directiva por aprobar ideas tan disparatadas como ‘Escuela de actores’, ‘Libertad vigilada’, ‘El bus’, ‘Confianza ciega’, ‘Unanimous’… Quiero hacer especial mención al ‘Castillo de las mentes prodigiosas’ El reality en el que Paco Porras y la bruja Lola participaban con otros tantos adivinos en un castillo encantado y cada noche podíamos disfrutar de algún que otro milagro en directo. Ni el Vaticano, oiga.

Pocos son los realitys de esta cadena los que logran terminar y cuando lo hacen su cuota de pantalla es escasísima. Vamos que sólo se enteran del resultado los familiares del ganador.

También podría hablar de ideas que fracasaron en el mundo de la gastronomía, como la nocilla de fresa. Mi paladar sólo tuvo cojones a degustar una rebanada emponzoñada en este mejunje. Me pareció tan empalagoso y me dio tanto asco que tuvimos que tirar el bote. La naturaleza es sabia y tras este descalabro algo me dijo que no probara las Rufles pepinillo, no parecía ser una buena idea.

Internet también ha sido cuna de algunas de las peores malas ideas que la cultura popular ha llegado a conocer.

Ya famosa es la del pagafantas, un video que cada vez que lo veo me pongo de mala hostia.

Todos queremos estar metidos ahí para darle una paliza al mongolo que graba y hacerle el favor sexual a la chavala, que por lo visto se lo está pidiendo a gritos y el muy idiota no reacciona.

Ante frases como ‘Que quiero hacerlo’, ‘¿Te gusta mi culo?’, ‘Este es mi tatuaje y estas son mis tetas’ lo que hace cualquiera es tirar la puta cámara y ponerse a la faena, que parece que el chaval no entiende. Lo peor de todo es que al chico le debieron de colgar su video con el único afán de joder. Vaya si funcionó, ahora es el hazmereir de su grupo (por lo visto toca en un grupo de música). Para matarle, ahí hay que reaccionar y no ser tan primo

Otra mala idea es la del video más gay jamás hecho.

Un grupo de negratas se reune en su piso. Sin nada que hacer decide que puede ser una buena idea juntarse y simular un polvo con voz sexy.

La verdad es que todo queda bastante desconcertante; los chicos van pasando uno a uno, te dicen su nick y se ponen a empujar contra la pared, contra el sofá o contra lo que pillen. El caso es que excitar no excita nada, de hecho te dejan bastante desconcertado pero en el momento en que se juntan todos y se ponen a simular a escasos metros uno de otro parece una orgía gay.

Seguramente en la web de contactos que pusieron eso no recibieron miles de citas con desconocidas, sino miles de burlas explicándoles lo vergüenza ajénico que es el video en general.

Seguramente vosotros sepáis de más malas ideas, pero creo que por hoy ya es suficiente.

Otro que se pira: Melo

Hace poco era Esther la que se iba a Cataluña y hoy es Melo el que se pira a Croacia. Se me marchan los amigos y me quedo sólo.

‘La vida se abre camino’ decían en Jurassic Park y cada uno sigue adelante con su vida. Nadie sabe hasta donde nos llevará pero hay que recorrerlo sí o sí.

Por lo que he hablado contigo tus grandes problemas han sido encontrar un piso para vivir y un equipo de futbol para entrenar, tócate los huevos!! Lo del piso me parece lo más normal del mundo pero lo del equipo es hasta gracioso.

De todos modos está muy bien pensado, así tienes una puerta abierta si te va mal con la beca ;)
Tu carrera como futbolista se puede disparar en el país de Suker.

Espero que tengas suerte por allí, que no te encuentres con sorpresas desagradables y que el idioma no sea problema.

Va a ser sólo un año separado de nosotros y eso se puede llevar fácil y más sabiendo lo amueblada que tienes la cabeza.
Entre la adaptación y la novedad que va a suponer todo estoy seguro de que los primeros meses se te van a pasar volando.

No me extiendo más, simplemente espero pasar algún día por allí a visitarte.

Un saludo!!

Sexo en Nueva York



Hace unos días dejé de ver Sexo en Nueva York.

Esta era una serie que siempre me había intrigado. Sabía que era de una escritora que trataba temas de sexo.

Me imaginaba a esa chica contando sus peripecias, extrañezas que se habría encontrado en la cama y hablando de ello con sus amigas de una manera divertida.

El caso es que no iba mal encaminado. Va de una escritora que cuenta sus aventuras a sus amigas y ellas la cuentan las suyas. Y las cuatro zorras pasan los treinta y están buscando un hombre perfecto con el que casarse y ser las reinas de su peluquería. Desde luego si tiene dos dedos de frente el hombre perfecto sabrá que hay que huir de ellas como de la peste.

Cada una de las cuatro amigas son opuestas y siguen un estereotipo de mujer diferente; una es la liberal, otra la divertida, tenemos a la romanticona y por último a la mujer estable y madura.

Así visto la serie no pinta tan mal, tiene una serie de ingredientes que la pueden hacer triunfar pero pronto llegan sus defectos.

El principal y el más alarmante es el pijerío de las cuatro. Siempre que aparece un hombre en la serie hacen la siguiente descripción:

‘Este es Aaron, dueño de una empresa de cosméticos, un hombre poderoso en la ciudad y bastante mujeriego, lástima que sus romances duren tanto como la depilación a cuchilla. Tiene 34 años’

Lo primero en lo que se fijan es en su cartera, su situación social y su destreza con las mujeres; ellas que son unas facilonas, están deseando trirárselo sin importar nada más. Es como si fueran unas quinceañeras salidas deseando que llegue su príncipe azul y las resuelva la vida.

Realmente no comprendo cómo han podido llegar tan lejos en el terreno laboral con esa mentalidad tan simple y conformista, seguramente hayan chupado muchos rabos para ser una escritora de éxito, una abogada reconocida, una comercial revienta braguetas y no se qué de un museo de arte.

Es una serie que tiene bastantes carencias, trata de mostrarnos una parte de Manhattan, la parte de la jet, la de los problemas con solución y objetivos simples pero en la clase alta también existen problemas mayores que encontrar un hombre pasados los treinta como pueden ser las drogas, la adicción al trabajo, problemas económicos, estrés y problemas matrimoniales, pero problemas serios, no que fulanito esté más o menos bueno que menganito o que un sombrero quede mejor que una visera.

Esperemos que sexo en nueva york no refleje a la mujer actual. Me niego a creerlo, al menos creo que no conozco mujeres como las que ahí aparecen y si las conozco me han engañado muy bien.