Contra 4 DS

Era una noche de diario, estaba en la cama tratando de conciliar el sueño. Al día siguiente tenía que trabajar pero no podía dormir. Tenía algo metido en la cabeza que me estaba llamando, me decía que estaba obligado a jugar al Contra 4 de DS. Iba a pasar de ser un chico normal a convertirme en un soldado de élite 'Contra' obligado a defender la tierra de la amenaza alienigena.
Y así fue, encendí la consola y me convertí en Bill Rizer.

Un reto dificilisimo, a la altura de los mejores.

En poco tiempo mis ojos se acostumbraron a la luz que emitía la consola y mi cabeza se puso manos a la obra recordando todos los enemigos colocados estratégicamente en cada pantalla. Me subieron las pulsaciones y entré en un estado de concentración kármica haciendo que durante esa hora de juego me olvidase de absolutamente todo. Ya podía estar ardiendo la casa que no lo notaría; tenía que avanzar y disparar, avanzar y disparar y si moría, seguir avanzando y disparando. Así de simple y así de adictivo.

Cuando terminé la partida me incorporé, estaba alerta, tenía los ojos como platos, mi mente volvía a su estado normal de relajación, me moví en la cama y noté toda la espalda sudada, la sangre me bullía, el corazón me iba a estallar y los dedos me dolían de tanto apretar el gatillo.
Había terminado la partida y volvía a ser yo.

Metal Slug un buen sucedaneo de Contra.

Contra es una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Es un juego de los de toda la vida: de dos botones y dificultad endiablada.
No tiene nada que no hayamos visto antes pero ahí esta Contra, una saga que lleva veinte años inventada y a pesar de no ser un juego que vende consolas tiene su público fiel.

Quien les iba a decir a los creadores que una mezcla entre Rambo y Alien daría como resultado una fórmula tan adictiva.


Contra III de SNES, quizá el mejor de toda la saga.