Somos muchos los que lo deseamos
Hoy quería hablar de uno de los grandes de un deporte tan sufrido como es el ciclismo.
Un tipo que empezó en este mundo con la vitola de gran promesa, destinado a marcar la historia y poco a poco fue diluyéndose. Me refiero al ínclito Jan Ullrich.
He de reconocer que cuando debutó le tenía asco. Él y su Telekom habían enviado a nuestro Indurain a las mediocridades del pelotón. Indurain estaba pasando de ser un superheroe llamado Miguelón a ser un Prudencio cualquiera.
Eso era difícil de aceptar para un chaval como yo, que había crecido de la mano de Indurain y Perico y no se los podía imaginar perdiendo.
Corría el año 96 cuando debutó en el tour. Empezó de gregario para su jefe de filas, Bjarne Riis, quien posteriormente ganaría la carrera.
A pesar de su triunfo quien destacó por encima en ese tour fue Jan Ullrich, un jovencisimo alemán al que tuvieron que frenar en la última crono para que dejara ganar a su jefe de filas. De correr en otro equipo habría ganado la competición y habría igualado la hazaña de Laurent Fignon de ser el único corredor que vence en el tour en el año de su debut.
Ya en 1997 con Ullrich como gran favorito sólo tenía que dejar que pasara el tiempo para verse convertido en el nuevo emperador del ciclismo, era el más fuerte y ganó. Corrían tiempos de gloria para el alemán. Le esperaba un gran futuro, ¿ganaría cinco tours?¿cuantas veces batiría el record de la hora?¿encontraría algún día un rival a su altura?
El tiempo nos daría las respuestas.
Al año siguiente Ullrich debía volver a imponerse, era el mejor y si todo seguía el guión ganaría de nuevo. Por desgracia ese tour siguió un guión que nadie podría haber imaginado jamás.
Fue el tour del dopaje. Terminó con medio pelotón descalificado, ningún español pasó por los campos Eliseos aquel año y para colmo Jan sufrió una pájara que lo dejó KO cediendo el tour al 'pirata' Pantani. Ese año nuestro pelirrojo favorito volvía a ser segundo pero aun le quedaban muchos años para ganar, no pasaba nada...
Entramos en 1999, otro año de sorpresas en el pelotón y con Ullrich y Pantani como favoritos.
Entre las dos estrellas emergió otra dando la sorpresa: Lance Armstrong.
Un corredorcillo estadounidense que llevaba unos años en bici. Por aquel entonces ya había ganado un par de etapas en el tour y había sido campeón del mundo en el 93. Eso al público no le interesaba. No había ganado tour ni vuelta, luego entonces no era nadie.
Lo sorprendente es que Armstrong había estado un año de baja por un cancer al que se tuvo que sobreponer. Volvió a la competición y ganó el tour, así de simple. La prensa y la efusividad americana hizo que le publicaran un libro autobiográfico e incluso se rumoreó el rodaje de una película.
Pa' mear y no echar gota :(
Para el 2000 empezaba a urgir la victoria y hasta el 2002 la historia se repetía. El de Rostock no podía ganar al americano y Ullrich empezaba a estar hasta las pelotas: ganaba medallas olímpicas, la vuelta a españa, campeonatos del mundo contrareloj pero el tour lo humillaba y lo dejaba como segundón, restando importancia a todos los méritos que hubiera podido hacer durante el año. Tal vez por esto dio positivo por anfetas y fue sancionado durante un año.
La excusa fue que no estaba compitiendo, que estaba de fiesta y que no imaginó un control al poco de tomarlas.
De todos modos en 2003 volvería el tigre, volvería con ganas de revancha, ¡groar!
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Segundo otra vez.
Ese fue el mazazo que lo destrozó moralmente, el que hizo que su carrera fuera un bajón hasta su retirada. Cada vez rodaba con menos ganas y una vez afirmó que el ciclismo no era un deporte que le gustara demasiado pero que como llevaba practicándolo desde pequeño y le pagaban bien seguía haciéndolo.
En ese momento se ganó mi corazoncito.
Ahí me hice fan suyo hasta su retirada.
La última vez que se subió al podio fue en 2005, esta vez como tercero, en el año que se retiraba Lance Armstrong... por primera vez!
Para colmo de males Armstrong tuvo el 'detalle' en el podio de parís de coger el micrófono e invitarle a su cena de despedida 'por haber sido su rival durante estos años'.
Quien sabe si Jan se lo tomó como un detalle de aprecio o como un vete a tomar por el culo de una vez por todas, el caso es que sonrió mientras lo escuchaba.
Fuera del tour, en 2006 fue despedido de su equipo por un caso de dopaje en el que se vio involucrado. A posteriori se demostró que no era culpable pero por aquel entonces Ullrich no tenía ganas de nada y a primeros de 2007 se retiró.
¿Y de mi no queréis escribir un libro? Ahora trabaja como asesor en el modesto equipo austríaco Volksbank, seguramente viva tranquilo y feliz sin fama ni micrófonos pero quizá mas de una vez cuando se meta en la cama se lamente de las ocasiones que dejó pasar.
Aún así yo le quiero igual.