Problemas con el corto

Hará cosa de un mes se me ocurrió hacer un corto.
Los ingredientes eran tres colegas, un lugar y una tarde libre.
La producción se basaba en una mesa, una tele, una baraja de cartas y cervezas.

Pero de ahí a llevarlo a cabo hay un trecho, y bien gordo. Para empezar había planificado a las cuatro personas que estarían en el corto. Los cracks íbamos a ser: Andeka, Marcos, Gorka y yo.
Al primero que se lo propuse fue a Gorka y se rajó. Le daba un poco de vergüenza y no tenía mucho entusiasmo, así que Patxi me propuso un sustituto perfecto; Davo.

A Davo le agradó el proyecto, las pocas pretensiones y las posibles risas haciendo el bobo frente a la cámara. Andeka no estaba muy convencido pero aceptó sin poner pega ninguna y a Marcos le entusiasmó la idea a pesar de no aparecer en el corto. Gracias a sus conocimientos técnicos y sus buenas ideas podría dar un toque de luz entre tanta mediocridad. El montaje y la dirección habrían ido a medias entre los dos.

Una vez reunidos los cuatro surgió un nuevo problema; cuando llevábamos un buen rato rodando vino un camarero, con cara de no saber bien lo que estaba pasando y ganas de joder. Amablemente nos dijo que en el local no se podía jugar a cartas. Nos miramos entre todos y pasamos de explicarle que en realidad era un corto y no había ninguna apuesta de por medio.

El último contratiempo llega ahora, con un lugar decidido y a falta de comunicar a todos, aprietan los exámenes y de nuevo se queda cojo el equipo. No todos disponen del tiempo necesario para echar el domingo o la tarde del sábado haciendo el mono.

Me gustaría que saliera adelante todo esto pero siempre pasa algo que lo impide y hace que la cosa se vaya olvidando.
Como estoy convencido de que algún día se va a rodar no os desvelo nada del argumento y os dejo con unas tomas falsas:


Aquí podemos apreciar a Davo con indumentaria futbolera, perfecta para ambientar una partida de poker entre colegas. La bebida debería caer tapando la cámara progresivamente. Sin embargo el vaso tardaba en llenarse y queda mal el efecto, parece como si estuvieran meando en la cámara y hay un par de segundos en los que no pasa nada. Cutredad total.


Esta es cojonuda. Los tres nos ponemos a la toma, los tres con una idea diferente en la cabeza y al final cada uno va a su puta bola. Atentos a mi cara de retro mongol extrema, levantando las cejas y mirando al suelo para evitar reírme. Los últimos segundos son geniales, los tres con expresiones palurdas: 'Venga' 'Ein?' '¿Qué?' '¿Va así?' 'No sé'