Los gimnasios y yo.

El lunes me llamaron del Fitness first porque un amigo mío se había apuntado y si daba cinco nombres de gente que se pueda apuntar creo que les hacen algún descuento. El megacabrón del colega tiene por nombre Jorge. No sé muy bien quien puede ser porque a los dos Jorges que conozco no les llamo así, les llamo Garrote y Wally.
Esta no es la primera vez que me llaman de ese gimnasio para que me apunte. Los primeros cabrones que dieron mi nombre para que me apunte fueron Esther y Davo y en ambas ocasiones dije no.

Te llaman al movil, te explican las bondades de hacer ejercicio, los métodos de enseñanza de los monitores y por último te enseñan las instalaciones, que son de lujo. Pero para mí de lujo es estar en casa tumbado viendo la tele, con una mano en el mando y la otra en las pelotas para rascarme cuando me apetezca.

Hace menos de un año que me desapunté de un gimnasio. Estuve allí unos diez meses. Quería coger mejor cuerpo y engordar unos cinco kilos. De los bien engordados por supuesto, porque si me pongo, cojo los cinco kilos en una tarde.
El caso es que en los diez meses sólo engordé uno y ni cristo se enteró, lo máximo era en casa, que mi madre y mi hermano me decían que estaba 'un poco' más cuadrado.
Vamos que si en diez meses engordo un kilo en cincuenta engordaría los cinco desados y estaría un poco más cuadrado que cuando empecé.
La frustración era terrible, perder dos horas al día a última hora de la tarde me jodía mucho.
No me gustaba el ambiente de gimnasio, sudor, bakalas, metrosexuales y alguna que otra tía buena, pero buena de verdad.

La gente hablaba muy alto, había un montón de grupos y no estaba cómodo con ninguno, nadie me caía bien así que lo que hacía era poner cara de pocos amigos, pasar de todos y hacer los ejercicios a mi aire. En todo el gimnasio había otro que también se le notaba marginado y de vez en cuando me hablaba o me pedía que le ayudara en sus ejercicios. Cosa que me molestaba bastante. No por el hecho de no querer ayudar sino porque que fuera él el único que me hablaba me hacía sentirme humillado.

Llegó un punto en el que me pregunté lo que siempre me pregunto en toda relación: ¿Hasta qué punto me merece esto la pena?
Viendo que la respuesta era obvia se lo insinué un par de veces a los monitores y los muy cabrones me decían que si lo dejaba iba a engordar porque estaba acostumbrado a comer de más por el ejercicio, que en cualquier momento podría dar 'el estirón' y coger la forma.

Como un gilipollas seguí con ello un par de semanas más, hasta que un día mirándome al espejo mientras levantaba pesas me dí cuenta de que estaba más acomplejado después de apuntarme al gimnasio que antes, así que con tristeza dejé esas pesas y me fuí a las duchas antes de tiempo. Fueron las últimas pesas que levanté.

Tras dejarlo engordé un kilo en las primeras semanas y luego lo bajé sin hacer nada en especial. Lamentándolo mucho nunca tendré el cuerpo de Bruce Willis pero cada vez que me miro al espejo y observo algún atisbo de tripoides sonrío y pienso que a pesar de los pesares estoy consiguiendo un cuerpo masculino y definido.

Ya sabeís muchachos, el siguiente que se pase por la trampa del Fitness first que me ponga en su lista de amigos deportistas. Con mucho gusto responderé a la monitora y la mandaré a tomar por el culo.
Eso sí, pedidla que me llame a nombre de Borja, así no sabré quién ha sido pero me quedarán dos cosas claras; la primera es que alguien lee este blog y la segunda es que en cuanto mire a alguien y se empiece a descojonar yo también me reiré y le diré 'Pero que hijo puta estás hecho!'.

3 comentarios:

Melo dijo...

Yo tengo unas pesas en casa, si kieres te las vendo. me las compre en un arrebato y todavía no las he estrenado, están nuevecitas...
jejeje.
Por cierto, vaya mierda de entrada sin fotos... no me jodas....
ala a jugar a pala

PD: el chico ese que te hablaba no quería que le ayudases con sus ejercicios, querías que hicieses ejercicio con él.Ya me entiendes...
por tanto es tvia más humillante...

Marcos López dijo...

Creo que ya sé de Jorge se trata, porque esta mañana una amable chica que decía trabajar para el gimnasio Fitness me ha llamado para comentarme las excelencias de tal recinto deportivo.

Me he escaqueado como he podido y la he conminado a que me llame después de las navidades; la cosa es que ayer leí tu blog y cuando me han llamado esta mañana se me ha quedado una cara de gilipollas de foto, jeje.

Hay que buscar una forma de vengarse de "Jorge"....

Anónimo dijo...

Di que sí, Iñako!! Las curvas son bellas, así que deja que te salga tolbita xD

De todas formas tú no comes na!

Para que veas que leo el blog, no haré lo del fitness porque no pienso apuntarme de nuevo, pero sí me reiré de ti por la calle xD

Un beso!!