Se acerca el verano

Ya llega el verano, empezamos julio, hay quién tiene vacaciones, quien empieza a trabajar y para quien la vida sigue igual. Yo por desgracia estoy en el último grupo y tengo que reconocer que le tengo bastante manía al verano.

Lo peor de todo es la televisión, los programas que sueles ver te los cambian por otros de dudosa calidad y chicas en bikini. Programas sin gancho y sin ganas de hacerse porque desde el primer momento se sabe que son programas de relleno, y que en septiembre nos dejarán habiendo pasado sin pena ni gloria por nuestras vidas.
Lo segundo son las temperaturas, calor y más calor, en ocasiones tanto que no te deja ni dormir. Hay a quien le gusta ir a la playa pero por desgracia no es mi caso. No me gusta ni la playa, ni el agua, ni mostrar mi cuerpo por el mundo, un cuerpo que a veces me acompleja.

En la tienda la actividad baja, la gente se marcha de la ciudad y los niños que van a la academia de al lado no están, lo que te recuerda que estás tú sólo y que por no estar estos días no está ni tu socio y en general no tienes nada que hacer.

Por lo menos tienes más tiempo libre donde puedes pensar en tus cosas y planear qué vas a hacer mañana. Aún así el tiempo libre sobra, te cansas de ver la tele, jugar a la consola y no sabes siquiera en qué ocuparlo.
Eso es lo malo del tiempo libre, que puede que llegue el momento en que no sepamos ni en qué gastarlo.